Su vida estaba impresa en hojas baratas y con la tinta barata de una vieja imprenta.

Su vida comenzaba con un “Erase una vez”.

Era un libro viejo al que le faltaba la última página, allí dónde antes ponía “y fueron felices”.

Era un viejo libro de hojas y tinta barata donde ahora, el final, eras tú.

1 comentarios:

No recuerdo de nada tan corto que haya escrito y que haya corregido tantas veces.