A la luna con tus cuentos

Esta pretende ser una nueva entrega de "La voz de Gaia". En este caso presento a un nuevo personaje.

Nika

Acento de las Midlands le dijo… en realidad podía tener el acento que quisiera en varios idiomas. Y si había seleccionado el acento del centro inglés era precisamente para que su “invitado” estuviese lo más cómodo posible junto a ella.

La charla se había prolongado más minutos de los deseados pero no podía deshacerse de él sin que la compañía se viese afectada. La reunión principal había terminado horas atrás y ahora se encontraban en la calle junto a la sala de convenciones. Allí la conversación había continuado y ella siguió sonriendo y asintiendo como si realmente todo aquello le interesara. Finalmente el grupo fue despidiéndose.

Aceptó la sugerente invitación del presidente a una cena en su suite, tal y como estaba previsto, el no podría resistirse a su figura estilizada. Antes de que la situación llevará a soltar los nudos de su vestido, ella ya le había inyectado el suero. Se había acercado a su cuello y mientras dejaba que él le abrazará ella le había mordido inoculándole el fluido. En un primer momento él gimió de placer… segundos después boqueaba tratando de llevar aire a sus pulmones.

Tecleó el código de objetivo completado, dejó su nombre en clave, Nika, y las cifras del blanco. Un mensaje no leído apareció en la pantalla de su móvil. La información no estaba completa, siempre sucedía lo mismo antes de aceptar un nuevo proyecto. Los datos facilitados mostraban que la nueva tarea involucraba un personaje de ciencia relacionado con biotecnología. Tendría que trabajar en su perfil científico por tanto, ya que su físico impresionante no lo sería tanto para alguien más activo intelectualmente.

Se acercó al cuarto de baño y se aplicó las pomadas flexoras. Se inyecto el analgésico y mastico lentamente el modificador óseo. A los pocos segundos las facciones de su cara se iban modificando. El nuevo rostro no se parecía en absoluto al anterior. Tomó el bolso que había dejado sobre el sofá, se cambió de ropa y abriendo la puerta de la habitación echó un último vistazo a la suite. El cuerpo del presidente se encontraba tirado en mitad del dormitorio.