Hacía siglos que no se veían, hacía siglos que ni siquiera se acordaban el uno del otro.

Nunca había pasado nada malo, se habían querido con la pasión y la locura de los primeros meses y con la devoción y la ternura que da el cariño compartido de la convivencia, y un día sin mas se habían dado cuenta de que ya no quedaba ni siquiera la ceniza del fuego que había sido, ya solo había costumbre, y sin grandes aspavientos, sin abrir grandes heridas, sin mas… se habían apartado el uno del camino del otro.

Hacía siglos que no se veían, hacía siglos que ni siquiera se acordaban el uno del otro.

Cada uno había seguido con su día a día, con su trabajo, con sus nuevas casas, con sus nuevas rutinas, con los amigos que les habían tocado en el reparto de amigos posterior a la ruptura. Cada uno había sido feliz por separado y nunca se había arrepentido de la decisión que habían tomado. Al principio se veían, luego solo charlaban por teléfono de vez en cuando, un día simplemente desaparecieron.

Hacía siglos que no se veían, hacía siglos que ni siquiera se acordaban el uno del otro.

Ninguno de los dos habían rehecho su vida. Habían tenido relaciones… algunas solo rolletes, otras un poco mas serias, pero ninguno había vuelto a sentir lo q ya había sentido con el otro y no había querido conformarse.

Hacía siglos que no se veían, hacía siglos que ni siquiera se acordaban el uno del otro.

Esa mañana ella había ido a la peluquería porque tenía una fiesta por la noche y luego había quedado para comprar un regalo de cumpleaños. Mientras la peinaban, se acordó de él y de q ella había ido a la peluquería el día q se conocieron, de lo felices q habían sido juntos, se peguntó como le estaría yendo la vida, deseó que hubiera salido bien, o al menos haber tenido constancia suficiente para no dejarle desaparecer del todo, sintió que si le tuviera delante le daría un abrazo, quizá le besaría.

Esa mañana el se había levantado tarde, tenía una resaca terrible y el frigorífico vacio así que se puso unas gafas de sol y bajó al super antes de que cerraran a comprar una pizza congelada y un par de cervezas. En el ascensor, mientras bajaba se acordó de ella y de q con ella el frigorífico nunca estaba vacío, de lo felices q habían sido juntos, se peguntó como le estaría yendo la vida, deseó que hubiera salido bien, o al menos haber tenido constancia suficiente para no dejarla desaparecer del todo, sintió que si le tuviera delante le daría un abrazo, quizá le besaría.

Hacía siglos que no se veían.

En el paso de cebra, ese que casi no dura nada abierto que hay entre el Corte Inglés y Zara, de repente se abrió el semáforo y entre el gentío cargado con bolsas de rebajas ambos corrieron para no tener q pararse en medio. Casi se rozaron al cruzarse, ella recién peinada, él con gafas de sol.

Hacía siglos que no se veían, pasarían siglos antes que ni siquiera se acordaran el uno del otro.

3 comentarios:

al principio da un poco de rabia saber que han estado tan cerca y no se han visto... pero luego bien pensado tenia que pasar asi, si el destino no les ha dado otra oportunidad es porque no la tenian que vivir! Muchas de las casualidades pasan para poner en orden temas que no están cerrados, pero se ve que el suyo si lo estaba. Muy chulo Amanda, aunque al leerlo me ha venido a la memoria algunas ideas de la peli "Los amantes del circulo polar" de Medem.

Estoy de acuerdo contigo Mutsiwa, yo tb creo q las cosas pasan porque tiene q pasar, y q a veces no importa cuanto nos esforcemos en algo, si no sale bien, quizá sea lo mejor para nosotros.

En este caso... efectivamente, verse, quizá hubiera levantado ampollas y hubiera provocado un dolor q no era necesario. Q no se hayan visto les permite seguir con su vida que al fin y al cabo es mas o menos feliz.

No es una historia de pasión ni de elecciones, es una historia de destino y de cosas q no podemos controlar... pero tb es una historia de dejadez, de por qué pese a haberse acordado el uno del otro, de haberse arrepentido de haberse dejado caer en el olvido, ninguno de los dos da el paso necesario para solucionarlo.

Me alegro de que te haya gustado.

Me parece un ejemplo muy bueno de cuento circular.
La situación me parece real... verídica... cada persona va rehaciendo o deshaciendo su vida y aquello que no ocupa tu día a día va quedando un poco más relegado. No es que olvides todo lo que no está en tu día a día pero lo que está en tu día a día gana en importancia...
Al final es mejor dejar las cosas como están... aunque también hubiese sido bonito encontrarse y tomar un café contando como van las cosas...