No suelo escribir en estado de embriaguez... más que nada porque en esas ocasiones no veo ni el papel. Pero una de esas noches que llego a casa sin ganas de dormir salió esta especie de poema en prosa...

Hoy la he visto... no era alta, no era rubia ni era bella, su silueta no irradiaba luz alguna...
Hoy la he visto, era anciana, era enjuta y era oscura, me esperaba a los pies de mi cama; Sonreía, no me hablaba, me miraba... he temido...
- ¿Tú quién eres?
Poco a poco se acercaba... yo temblando, ella reía, ya la noche agonizaba; Y entre sombras que danzaban me ha tocado, muy despacio, y su hielo me ha marcado...
- ¿Tú quién eres?
Y me ha mirado sin mirarme, y sus ojos no son ojos, y su tacto no era tacto...
- ¿Tú quién eres?
Me ha besado, y sus labios no son carne, y mi alma congelada...
- ¿Tú quién eres?
Sin hablarme ha hablado, y su voz me ha susurrado que la vida es un regalo... que no he aprovechado

2 comentarios:

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Muy buen poema, sin duda tu coco embriagado trabaja muy bien. Tenemos a La Muerte que se lleva al protagonista, tal vez de una intoxicación etílica ;D