Pasó la mano suavemente por su cara y rozó ligeramente sus labios con la yema de sus dedos... se miraron fijamente, como queriendo besarse en el alma... y lentamente recorrieron la distancia que separaba sus labios. Recorrió con la mano su espalda desnuda, concentrándose en cada curva de su cuerpo, amando cada uno de los centímetros de su piel y comenzaron a hacer el amor con delicadeza, con un cariño infinito, sintiéndose felices por el mero hecho de estar juntos... de que sus cuerpos estuvieran en contacto. Se abandonaron en aquel sentimiento de amor puro...

Y allí estaban los dos, uno frente a otro, sentados en una mesa de un bar cualquiera, hablando y riendo, compartiendo sus secretos y sus ilusiones... compartiendo un pedacito de vida... y seguían besándose y acariciándose... sin tocarse, pero seguían haciendo el amor... y cualquiera que observara detenidamente podría darse cuenta de que aquellas dos personas no estaban tomando un café sentados sin más... estaban regalándose un sinfín de caricias y abrazos... sin tocarse, pues jamás lo habían hecho... y era muy probable que nunca lo hicieran; Eran amigos... y es esa la forma que tienen los amigos de entregarse su amor...