El viento arreciaba con fuerza contra la ventana, mientras que la nieve se iba acumulando en las esquinas. Desde el otro lado, en la seguridad de la habitación, ella miraba el camino que se perdía en el bosque.

Llevaba un grueso jersei de lana y una bufanda que practicamente le cubría hasta los ojos. Su pelo, color de la paja de Septiembre, estaba enmarañado y enredado.

Un ligero vapor surgía de la taza que sostenía entre sus manos cubiertas también por unos gruesos guantes. De sus manos sólo asomaban la punta de los dedos a través de unos gastados agujeros en la vieja lana.

Miraba el camino ahora casi cubierto del blanco manto. Dió un corto sorbo al contenido de la taza y recordó como él había girado su rostro antes de perderse entre los primeros árboles.

La ventana apenas le dejaba ver un pequeño fragmento de bosque. El viento continuaba soplando, acumulando la nieve contra el cristal.

4 comentarios:

Transmite sensación de calidez y es entrañable...no sé si era el objetivo. Lo de cuento circular me suena que era porque son historias de las que no se sabe ni el principio ni final...¿puede ser?

Me alegro... calidez rodeada de invierno... sí esa era la intención. Y sí esa es una posibilidad del cuento circular. Desde ya os invitó a que hagáis los vuestros. Ya sabéis como tiene que ser el título. Cuento circular, escenario X,

Bueno bueno, el misterio desvelado; además es una idea con muchas posibilidades.

bonita imagen y despedida muxux rubentxu